María José González
Después de un año y medio de convivir en estado de pandemia, encontrar el lado positivo de las cosas se ha vuelto todo un desafío y en más de una ocasión probablemente hemos sentido que perdemos el control de la situación; sin embargo, podemos dar un vuelco a esa sensación, manteniendo el control de aquellas pequeñas cosas que si dependen de nosotros, como por ejemplo, el uso de la mascarilla. Probablemente ellas nos acompañarán por un largo tiempo, ya son parte de nuestro outfit y en el mercado encuentras gran variedad de modelos y colores para combinar, piensa que llevar una mascarilla en esta época del año no solo te permite reducir el riesgo de contagio, también te protege del frio manteniendo tu cara un poco más cálida. Por lo tanto, asegúrate que tú mascarilla sea cómoda y segura. Esto puede sonar tonto y ridículo. Pero, es algo sobre lo que sí tienes el control. No te desmotives, piensa que tu eres quién tiene el dominio de los desafíos que te propones, por lo tanto, tú también tienes el poder de rechazar el monólogo interno que te puede impedir concretar aquello que te has propuesto. Enfócate en aquellas actividades que pueden significar un cambio en tu rutina, por ejemplo, práctica alguna receta de cocina nueva, aprende algo que te permita desafiar tu creatividad,
anímate a incorporar la actividad física en tu vida. Obviamente, la pandemia es un obstáculo sustancial para muchos de nuestros objetivos y aspiraciones, pero la forma en que respondamos a ese obstáculo depende de nosotros. Para ello te propongo que pienses en un objetivo que quieras lograr, luego imagina el resultado, posteriormente identifica el obstáculo, para luego elaborar un plan que te permita vencer ese obstáculo. Para ello te sugiero pensar en aquello que te suele hacer sentir mejor, te renueva y te sube el ánimo, quizás te puedes preparar un relajante baño de tina o bien puedes llamar a alguna amiga para pedirle su perspectiva. Cuando te sientas preparada, vuelve a enfocar tu atención en el obstáculo, reflexiona en cómo te hace sentir ese obstáculo y resume ese obstáculo en 3 o 4 palabras. Estas palabras son la clave para elaborar el mejor plan para resolverlo.
No olvides que todo depende del color del cristal con que se mire, no te quedes en el polo del blanco o el negro, la vida está repleta de colores, y solo tú eres el pintor de aquel lienzo en blanco llamado vida. En tiempos más grises, intenta ser más flexible, visualiza las oportunidades, rescata el aprendizaje que te deja ese desafío. El cómo abordarlo contribuirá en gran medida a tu crecimiento personal.
María José González
Después de un año y medio de convivir en estado de pandemia, encontrar el lado positivo de las cosas se ha vuelto todo un desafío y en más de una ocasión probablemente hemos sentido que perdemos el control de la situación; sin embargo, podemos dar un vuelco a esa sensación, manteniendo el control de aquellas pequeñas cosas que si dependen de nosotros, como por ejemplo, el uso de la mascarilla. Probablemente ellas nos acompañarán por un largo tiempo, ya son parte de nuestro outfit y en el mercado encuentras gran variedad de modelos y colores para combinar, piensa que llevar una mascarilla en esta época del año no solo te permite reducir el riesgo de contagio, también te protege del frio manteniendo tu cara un poco más cálida. Por lo tanto, asegúrate que tú mascarilla sea cómoda y segura. Esto puede sonar tonto y ridículo. Pero, es algo sobre lo que sí tienes el control. No te desmotives, piensa que tu eres quién tiene el dominio de los desafíos que te propones, por lo tanto, tú también tienes el poder de rechazar el monólogo interno que te puede impedir concretar aquello que te has propuesto. Enfócate en aquellas actividades que pueden significar un cambio en tu rutina, por ejemplo, práctica alguna receta de cocina nueva, aprende algo que te permita desafiar tu creatividad,
anímate a incorporar la actividad física en tu vida. Obviamente, la pandemia es un obstáculo sustancial para muchos de nuestros objetivos y aspiraciones, pero la forma en que respondamos a ese obstáculo depende de nosotros. Para ello te propongo que pienses en un objetivo que quieras lograr, luego imagina el resultado, posteriormente identifica el obstáculo, para luego elaborar un plan que te permita vencer ese obstáculo. Para ello te sugiero pensar en aquello que te suele hacer sentir mejor, te renueva y te sube el ánimo, quizás te puedes preparar un relajante baño de tina o bien puedes llamar a alguna amiga para pedirle su perspectiva. Cuando te sientas preparada, vuelve a enfocar tu atención en el obstáculo, reflexiona en cómo te hace sentir ese obstáculo y resume ese obstáculo en 3 o 4 palabras. Estas palabras son la clave para elaborar el mejor plan para resolverlo.
No olvides que todo depende del color del cristal con que se mire, no te quedes en el polo del blanco o el negro, la vida está repleta de colores, y solo tú eres el pintor de aquel lienzo en blanco llamado vida. En tiempos más grises, intenta ser más flexible, visualiza las oportunidades, rescata el aprendizaje que te deja ese desafío. El cómo abordarlo contribuirá en gran medida a tu crecimiento personal.